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Trump, aranceles y OMIE: ¿riesgo inflacionista o bajada del precio de electricidad?

Edu Álvarez de Toledo
Energía y Estrategia
Monday, April 7, 2025

El 2 de abril de 2025, Donald Trump anunció un arancel universal mínimo de un 10% a las importaciones de bienes, además de aranceles “recíprocos” adicionales que afectan a más de 60 países. Desde el 5 de Abril, las importaciones de España y la Unión Europea (UE) pagan tasas del 20%. La imposición de estos aranceles podría desencadenar represalias y escalar hacia una guerra comercial mundial (China ya ha anunciado represalias a EE.UU. con aranceles del 34%, y la UE está estudiando medidas). Si el resto del mundo opta por responder con medidas similares, el resultado podría ser una nueva crisis inflacionaria, incluyendo un alza significativa en los precios de la energía.

La Exención Energética y el papel del gas americano en Europa

En línea con la constante espiral de amenazas, aplazamientos y retrocesos que ha caracterizado los primeros días de su nueva Administración, el plan arancelario de Trump ya tiene una excepción significativa: las materias primas energéticas.

La medida cumple un doble objetivo: (i) preservar la seguridad energética del país y contener los precios domésticos y (ii) evitar represalias en un sector clave para la balanza comercial de Estados Unidos.  No se trata de un gesto simbólico. EE.UU. es el mayor exportador mundial de gas natural licuado (GNL) y ocupa el cuarto puesto en el ranking global de exportadores de crudo.

Tras la crisis energética de 2022 provocada por la guerra en Ucranía, la UE ha ido sustituyendo paulatinamente el gas ruso por GNL americano. El GNL representa ya el 34 % de la demanda total de gas natural de la Unión Europea y casi la mitad (48%) de las importaciones de GNL provienen del país americano.

El hecho que la Administración de Trump haya optado por anunciar, tan rápidamente, esta exención, suponen un suspiro para los intereses energéticos de la UE y de España.

Cuatro factores que pueden afectar al precio del OMIE

A continuación os presentamos nuestra visión sobre 4 factores derivados de la situación actual del comercio internacional, que podrían alterar el precio del mercado mayorista de electricidad (OMIE) a corto y medio plazo en España — 2 que podrían impulsar los precios al alza (🔴), y 2 que podrían ejercer presión a la baja (🟢).

🔴 Factor 1 | Aumento del precio de las importaciones de gas

El gas natural juega un papel clave en la fijación de precios dentro de los sistemas marginalistas extendidos en Europa. Si los aranceles de Trump provocan represalias comerciales o disrupciones en los mercados globales de energía, podríamos ver incrementos de precios en el GNL de procedencia americana, así como en el gas natural de otras procedencias.

No obstante, nuestra visión al respecto es que este factor tiene un riesgo limitado de ejercer presión al alza en los precios del mercado mayorista de electricidad español, por varios motivos que señalamos a continuación:

  • Excepción arancelaria: Como comentábamos al principio del artículo, la Administración de Trump ha sido la primera en excluir las materias primas energéticas de su plan arancelario, limitando el contagio inflacionista al precio del gas y del petróleo.
  • Papel moderado del gas en el mercado español: En España, el gas tiene peso menor en la formación de precios en comparación con otros mercados, como el italiano. Se estima que en 2024 las Centrales de Ciclo Combinado de Turbina de Gas fueron los responsables de “marcar” el precio mayorista en el ~5,7% de las horas (créditos a @JoseVidal por su ePowerApps).
  • Aprovisionamientos de gas diversificados: El 60-70% del gas que se consume en España proviene de importaciones de GNL por barco, con múltiples orígenes, como Qatar, Nigeria, Estados Unidos (que representa sólo el 30%) y Rusia (en menor medida). Además el 30-40% restante corresponde a gas argelino que llega por el gasoducto de Medgaz.

🔴 Factor 2 | Incremento de costes de componentes para renovables

La energía renovable supuso el 57% de la generación total en 2024. Se espera que en 2025 se continue con la tendencia de 2023-2024 y se instalen cerca de 7 GW de nueva capacidad solar y fotovoltaica. La continua instalación de capacidad renovable en nuestro país ha aliviado la presión en los precios de energía, especialmente durante horas solares (provocando un fenómeno conocido como la “curva de pato”).

Una posible guerra comercial podría incrementar el coste de componentes utilizados para la generación renovable como las celdas fotovoltaicas o las turbinas de los aerogeneradores. Estas subidas supondrían un incremento del coste total de producción de energía (capturado en el conocido como LCOE) de las nuevas plantas en construcción, ralentizando la inversión o despliegue de capacidad renovable en España.

A pesar de todo, y como en el primer factor, nuestra visión al respecto es que este factor también tiene un riesgo limitado de provocar subidas en el precio de la luz por varios motivos:

  • Limitada exposición a proveedores de EE.UU.: El 80% de los paneles fotovoltaicos instalados en España proceden de China, con la que es improbable que la UE desate una escalada arancelaria. Además, otros países clave para componentes de aerogeneradores o inversores están situados dentro del mercado único de la UE (Alemania, Dinamarca) donde no existe ese riesgo.
  • La improbable escalada de tipos de interés: Un eventual aumento de los tipos de interés encarecería la financiación y podría poner en duda la rentabilidad de los proyectos renovables. Este Lunes los inversores ya asignan sólo un 45% de probabilidades a que la FED mantenga los tipos en la reunión del 7 de Mayo. Además, incluso en el caso de que EE.UU. optara por una política monetaria más restrictiva, hay indicios de que la estrategia en la UE podría desacoplarse de la de EE.UU., con bajadas de tipos en la zona euro.
  • Sin efectos a corto y medio plazo: Incluso en el escenario de ralentización de nueva capacidad instalada, la “inercia” de la cartera de proyectos renovables ya en desarrollo (pipeline con más de 30-35 GW en construcción o con todas las autorizaciones concedidas, según datos de REE), lo que hace altamente probable su puesta en marcha, y disipa las dudas sobre posibles impactos en el precio a corto o incluso medio plazo.

🟢 Factor 3 | Caída de la demanda energética

Si bien se habla mucho sobre el impacto de los aranceles, nuestra perspectiva es que, en términos de precios de la energía, los efectos de segundo orden son los realmente los decisivos.

Peter Tuchman, el famoso trader de la Bolsa de Nueva York (NYSE), reaccionando ante un crash bursátil

Los inversores temen una nueva recesión global y una fuerte contracción de la demanda. El precio del petróleo ha caído al nivel más bajo desde 2021 —en plena crisis del COVID-19— y todavía hay margen para que descienda aún más. En el caso del gas, la reacción será más gradual, pero ya estamos observando indicios de ajustes en el precio del índice TTF.

Históricamente, la caída de la demanda se ha traducido en una menor demanda energética y ésta a su vez en precios más bajos de energía. Si España entra en una desaceleración económica o recesión, la menor actividad industrial y de servicios reducirá el consumo de electricidad y gas. Esta tendencia ya fue observable cuando durante algunos meses de 2023-2024 se observó una demanda energética más floja de lo habitual.

En nuestra opinión, este es el factor con mayor impacto en los precios energéticos a corto y medio plazo. Si la caída de la demanda se materializa, es previsible que en los próximos días la tendencia, que ya es visible en el mercado de futuros del crudo, se traslade también a los mercados de gas (TTF/MIBGAS) y a los futuros de electricidad (OMIP).

🟢 Factor 4 | Tregua o fin de la guerra en Ucrania

El quinto factor que podría ejercer presión a la baja en los precios de la electricidad está relacionado con la evolución del conflicto en Ucrania. La guerra ha supuesto un punto de inflexión para los mercados energéticos europeos. El fin del conflicto armado podría relajar parte de esa presión alcista en precios.

Si bien, consideramos que existe una alta probabilidad de que Washington busque agilizar el fin del conflicto —mostrando su capacidad de garante de la estabilidad mundial y apuntándose un tanto en medio del caos creado por la guerra comercial— creemos que los mercados eléctricos descuentan en buena medida esta hipótesis. Por ello, el impacto a la baja en los precios energéticos sería limitado.

Conclusiones

La situación geopolítica y económica actual es extremadamente fluida y podría cambiar muy rápidamente. Si bien hay un escenario en el que la tensión generada por los aranceles y las represalias comerciales desescale rápidamente, devolviéndonos al status quo de hace unas semanas, creemos que lo responsable es anticipar escenarios en caso de que esta coyuntura se prolongue, y entender el impacto que éste y otros sucesos podrían tener en los precios de electricidad.

A día de hoy, creemos que los factores deflacionistas asociados a la tensión comercial son los que más peso tienen en la balanza, lo cual podría provocar una caída de los precios de la electricidad a corto plazo.

En consecuencia, creemos que, si se necesita trazar una estrategia de compra de energía a corto y medio plazo, lo más conveniente es apostar por la flexibilidad, contratando productos indexados que se beneficien de eventuales caídas en el precio de la electricidad, a la vez que se mantiene la capacidad de realizar cierres totales o parciales (mediante clicks de comercializadora, swaps o cierres referenciados al settlement price de OMIP) para protegerse ante picos de volatilidad.

Desde Evoltio, podemos ayudar a tu empresa a diseñar la estrategia de compra más adecuada y a gestionar los riesgos derivados de la situación actual, proporcionándote asesoramiento experto para optimizar el coste energético.